El arqueólogo Norberto Mesado Oliver ha documentado varios grabados rupestres, descubiertos tras el aviso de la apicultora Rosalía Tarrasón en 2014. Estas inscripciones se encuentran cerca de la ermita de San Bernabé, la Masía de Toscos y el yacimiento ibérico de Los Castillejos (Teruel).
Título del estudio: Grabados rupestres en término de Puertomingalvo (Teruel) - por Norberto Mesado Oliver
Un lugar secreto entre las piedras: los grabados rupestres de Puertomingalvo
A solo unos pocos kilómetros del casco urbano de Puertomingalvo, siguiendo una pista sencilla que conduce hasta la ermita de San Bernabé, se esconde uno de los rincones más fascinantes y enigmáticos de la comarca: un conjunto de grabados rupestres tallados en la roca hace siglos, incluso milenios.
Este lugar, de fácil acceso, ofrece al visitante una mezcla única de naturaleza, silencio, historia antigua y misterio. Un paseo por sus alrededores —con vistas al cerro de Doña Tora y las ruinas de antiguas masías— se convierte en una experiencia que invita a la contemplación y al asombro.
¿Qué son estos grabados en la piedra?
En la zona se han documentado una treintena de figuras talladas en roca arenisca, conocidas como “hojiformes” por su forma similar a la de una hoja. Estas insculturas, realizadas mediante incisión directa en la piedra, están acompañadas a veces por canales, pocetas o regueros que simulan nervaduras vegetales y podrían haber servido para conducir líquidos. También hay figuras cuadradas que recuerdan tableros de juego, símbolos fálicos y otras marcas abstractas o geométricas.
Aunque no hay una interpretación unánime, los investigadores apuntan a que estos grabados formaban parte de antiguos rituales relacionados con el agua, la fertilidad, la curación o incluso prácticas chamánicas. En algunos casos, se ha descartado su uso funcional (como alambiques para aceites) y se refuerza su carácter simbólico y espiritual.
Un enigma tallado en la piedra
Hay algo en este lugar que se percibe más allá de lo visible. Los antiguos moradores de estas tierras eligieron con cuidado estos puntos elevados, con vistas abiertas y piedras prominentes, para dejar sus marcas. Allí, en la soledad del monte, entre líquenes, musgos y encinas, descansan estas huellas silenciosas del pasado.
Algunos creen que representan vulvas o sexos femeninos, relacionadas con cultos ancestrales a la Dea Mater, la diosa madre. Otros ven en sus formas la representación simbólica del agua como fuerza sagrada, o incluso antiguos códigos rituales, perdidos en el tiempo. Como altares olvidados, estas rocas parecen guardar secretos de una espiritualidad remota que, aún hoy, se intuye viva.
Un Estudio de Grabados Rupestres en Puertomingalvo (UJI)
Norberto Mesado Oliver ha redactado un estudio fascinante titulado "Grabados rupestres en término de Puertomingalvo (Teruel)".